La mamoplastia de reducción con y sin implantes es un procedimiento quirúrgico enfocado en eliminar el exceso de tejido mamario, grasa y piel de los senos, y así lograr una forma más adecuada al cuerpo de la paciente.
Además de mejorar la apariencia estética, la mamoplastia de reducción también puede aliviar el dolor de cuello, hombros y espalda, y mejorar la movilidad y la calidad de vida. La mamoplastia de reducción es una cirugía ambulatoria que se realiza con anestesia general.
Además de los beneficios estéticos y funcionales, la mamoplastia de reducción también puede corregir la asimetría mamaria, mejorar la postura y facilitar la práctica de actividades físicas sin molestias.
La reducción del peso mamario disminuye la presión sobre la piel, evitando irritaciones, surcos profundos en los hombros causados por los tirantes del brasier y problemas de sudoración excesiva en la zona submamaria.
Conoce las preguntas más frecuentes sobre este procedimiento y mantente informada para sentirte segura y confiada antes de tu valoración.
Se recomienda en mujeres con senos muy grandes que presentan molestias como dolor de espalda, cuello y hombros, irritación en la piel bajo los senos, dificultad para realizar actividades físicas o problemas de autoestima debido al tamaño de sus senos.
Sí, la mamoplastia reductora deja cicatrices, cuya ubicación y extensión dependen de la técnica utilizada. Generalmente, pueden quedar alrededor de la areola, en una línea vertical hacia abajo y, en algunos casos, en forma de ancla o T invertida. Con el tiempo, cuidados adecuados, y tecnologías como el Láser CO2 las cicatrices pueden atenuarse.
Sí, aunque la reducción mamaria y el levantamiento de senos no son lo mismo, ambos procedimientos pueden realizarse juntos. La mamoplastia reductora elimina el exceso de tejido mamario y piel para reducir el tamaño de los senos, mientras que el levantamiento reposiciona la areola y mejora la firmeza para un resultado más estético.
La cantidad de tejido eliminado depende de la anatomía y necesidades de cada paciente. En casos leves, se retiran unos cientos de gramos, mientras que en reducciones más grandes se pueden extraer varios kilogramos de tejido, este procedimiento se conoce como gigantomastia. El cirujano determinará la cantidad ideal según tu cuerpo y objetivos.
Sí, en algunos casos es posible realizar una reducción mamaria combinada con implantes. Este procedimiento se recomienda cuando se desea disminuir el tamaño de los senos, pero mantener o mejorar su forma y firmeza. Esta técnica es útil en pacientes con flacidez significativa o asimetría mamaria.
Sí. La mamoplastia de reducción no requiere implantes: consiste en retirar tejido glandular, grasa y piel para disminuir el volumen y elevar el pecho. En algunos casos puede complementarse con lipotransferencia de grasa para mejorar contorno, si la valoración lo indica.
Sí. A diferencia de una mamoplastia de reducción convencional, el tratamiento de la gigantomastia exige una cirugía más extensa y una planificación quirúrgica precisa: suele requerir resección de un gran volumen de glándula y grasa, reposicionamiento del complejo areola–pezón, rediseño del busto para recuperar simetría y proporción corporal, y un cierre cuidadoso para preservar función y estética. En casos extremos pueden necesitarse técnicas adicionales o cicatrices más visibles. Por eso, una valoración personalizada es indispensable para definir el abordaje más seguro y efectivo.
No. La reducción de senos busca disminuir volumen y mejorar forma, mientras que el levantamiento (mastopexia) corrige la ptosis (caída del seno) y reposiciona el seno sin reducir volumen de manera significativa. Según el caso, ambos procedimientos pueden combinarse.
Sí. Puede realizarse una areoloplastia en el mismo procedimiento para ajustar el diámetro y la posición del complejo areola–pezón, buscando proporción con el nuevo tamaño del seno.