Elegir el tipo de implante mamario es una decisión clave dentro de una mamoplastia de aumento. No se trata solo de escoger un tamaño, sino de definir la forma, el perfil y el volumen que darán como resultado un busto armónico, equilibrado y natural. Entre las opciones más comunes se encuentran los implantes redondos y los implantes anatómicos, y entender sus diferencias es fundamental para tomar la mejor decisión junto a tu cirujano plástico.
Los implantes redondos tienen una forma completamente simétrica y distribuyen el volumen de manera uniforme. Esto les permite dar más plenitud al polo superior del busto, lo que se traduce en un escote más proyectado y redondeado. Por su parte, los implantes anatómicos (también llamados “en gota”) imitan la forma natural del seno, con mayor volumen en la parte inferior y una transición más suave hacia la parte superior. Este tipo de implante busca un resultado más natural y sutil, especialmente en pacientes con poco tejido mamario o que prefieren una apariencia más discreta.
La elección entre implantes redondos o anatómicos no solo define la forma del busto, sino también el estilo de resultado que se busca.
Suelen elegirse cuando la paciente desea un resultado más lleno y con mayor proyección en la parte superior, ideal para quienes buscan un escote más definido.
Son preferidos cuando se busca una forma más natural, con una caída progresiva y una apariencia más suave.Sin embargo, el tipo de implante no se define por sí solo. Debe evaluarse junto con el perfil y el volumen, que determinan la proyección y el equilibrio del resultado final.
Aunque el enfoque principal sea la forma, el perfil y volumen del implante influyen directamente en la percepción estética.Un implante redondo con perfil alto genera un busto más firme y proyectado, mientras que un anatómico con perfil moderado ofrece una apariencia más natural. Cada combinación de forma, perfil y volumen se adapta a distintas anatomías, y por eso la planificación quirúrgica personalizada es tan importante.
Una de las tendencias más destacadas en cirugía mamaria es la mamoplastia híbrida, que combina implantes y lipoinyección de grasa autóloga. Esta técnica permite perfeccionar los resultados, aportando naturalidad, suavidad y mejor transición entre el implante y el tejido mamario. Gracias a la lipoinyección, se puede:
En conjunto, la mamoplastia híbrida ofrece un resultado más equilibrado y orgánico, potenciando las ventajas tanto del implante como de la grasa propia.
Durante la valoración médica, el cirujano analiza diferentes factores anatómicos y estéticos para recomendar la mejor opción según cada caso:
El objetivo es encontrar la combinación perfecta entre forma, perfil y volumen, logrando un resultado que se vea natural, armónico y acorde a tu figura.
Existe el mito de que los implantes redondos se ven artificiales y los anatómicos son los únicos naturales. La realidad es que ambos pueden ofrecer resultados naturales, siempre que se elijan correctamente según la anatomía, la técnica quirúrgica y el perfil del implante. Los avances actuales en diseño y tecnología de prótesis, junto con herramientas como la simulación 3D, permiten planificar cada detalle para que el resultado final sea completamente personalizado.
La elección entre implantes mamarios redondos o anatómicos no depende únicamente del gusto personal, sino de una evaluación integral que considera tu cuerpo, tus objetivos y la técnica más adecuada para ti. Si estás buscando una mamoplastia de aumento, agenda una valoración con nosotros en Bogotá para alcanzar un resultado que se vea equilibrado, duradero y en armonía con tu silueta.